El patrimonio de Castilla y León

Página dedicada al estado del patrimonio histórico y cultural de Castilla y León

jueves, 23 de mayo de 2013

Fresno de Río Tirón (Burgos)

ALARMA POR DESPRENDIMIENTOS EN LA IGLESIA
Las grietas y las aguas debilitan sus muros y cimientos

Las cornisas y la cubierta, así como el campanario, presentan un lamentable estado de conservación. J.A.H.
J.A.H. / Fresno de Río Tirón - sábado, 11 de mayo de 2013
Sus aleros se caen, sus paredes, día a día, abren más sus grietas y palomas y cigüeñas parecen ser las dueñas del lugar. Si la iglesia se derrumba por fuera con el consiguiente peligro para quienes transitan por la Plaza Mayor, por dentro continúa recibiendo aguas pluviales que destruyen sus muros y debilitan sus cimientos, sus cristaleras rotas permiten el acceso de multitud de palomas; paredes y altares a punto de caerse, y la tarima abombada por efecto de humedad, dan lugar a una desolada visión del templo que, bajo la advocación de San Andrés, ha dicho hasta aquí he llegado.
En los últimos días se han registrado nuevos desprendimiento de una de las cornisas del templo lo que ha provocado la alarma entre los vecinos, que se preguntan dónde están las actuaciones urgentes que la Archidiócesis y el Ayuntamiento acordaron estudiar y acometer el pasado enero.
Andrés Picón, vicario general de la Archidiócesis de Burgos, y el administrador, Vicente Rebollo, junto a Víctor Ochotorena, aparejador, visitaron en enero la iglesia parroquial de San Andrés para evaluar su actual estado y mantener conversaciones con el Ayuntamiento de la localidad encaminadas a evitar el más que probable derrumbamiento del edificio.
Sergio María, alcalde de Fresno de Río Tirón, planteó a las autoridades eclesiásticas sus pretensiones y ello puede ser el inicio para llegar a un acuerdo y resolver el  grave problema que plantea, en la Plaza Mayor, la enorme y deteriorada nave religiosa, que lleva abandonada para el culto hace siete años mientras su deterioro estructural no se detiene.

Planteamiento municipal

La propuesta del Ayuntamiento, según expone su alcalde, es demoler el ábside y el crucero, renovando la cubierta de la nave central y reforzando sus paredes, bajando la altura del edificio hasta los ventanales existentes, y así, presentar una nave más sencilla con dependencias individualizadas para su utilización, en caso necesario, para el culto y, en ocasiones puntuales, para poder celebrar reuniones, pases de películas y otros actos reclamados por los vecinos.
También es intención municipal, a ser posible, conservar la fachada principal del templo que, sin lugar a duda, ha sido y pretenden que siga siendo referente visual de la localidad. El vicario general de la Diócesis, Andrés Picón, manifestó, en su visita el pasado enero, que se requiere un estudio sobre qué se puede hacer. «Hay que revisar las normas que regulan este tipo de actuaciones, comprobar que con el derribo de una parte no se nos caiga todo el edificio, analizar los gastos y estructurar un plan para recuperar todos los elementos posibles, mirando siempre las necesidades futuras».
Esta iglesia de estilo neoclásico hay quienes la datan en el siglo XVIII y, otros, consultando archivos, dicen que su construcción no está lejos de 1830. Su retablo principal, barroco, muy deteriorado, junto con un buen número de libros, tallas religiosas, las cajoneras de la sacristía y otros elementos para el culto, bien merecerían su reserva, en lugar apropiado, para evitar su total destrucción.

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sábado, 4 de mayo de 2013

Lancia

LOS RESTOS DE LANCIA SIGUEN ABANDONADOS Y TAPADOS DOS AÑOS DESPUÉS DE PARAR LA A-60

Los vestigios se mantienen a la espera de solución, mientras campan la maleza y rebaños de ovejas. Fomento estudia prolongar el trazado cinco kilómetros al sur del río, pero no tiene dinero para seguir.

Asun G. Puente


Dos años después de que la Junta decidiera que los restos arqueológicos hallados por las obras de la autovía León-Valladolid en 2010 —en la falda del cerro de la ciudad de Lancia— debían conservarse, aún no existe una alternativa en firme del Ministerio de Fomento para que el trazado de la A-60 evite estos vestigios en su recorrido, ni un tratamiento para su conservación. Por contra, se mantienen abandonados y tapados, como una coartada que esconde la falta de fondos para seguir con la infraestructura.
Mientras llega una solución y se abre la puerta a nuevas investigaciones de los hallazgos, Fomento tuvo que proteger los restos con arena y una malla geotextil para evitar daños y expolios, aunque actualmente el paraje mantiene un aspecto de abandono, donde las malas hierbas y los rebaños de ovejas campan a sus anchas.
Se trata de una superficie de 40.000 metros cuadrados, donde también pueden apreciarse al fondo estructuras de nueva construcción incluidas en el tramo Puente Villarente-Santas Martas de la autovía, cuyas obras permanecen totalmente paralizadas. Y continúan así desde que a finales de octubre del pasado año concluyeran las labores que permitieron abrir al tráfico los primeros 7,3 kilómetros de la A-60 en la provincia, los que conectan la capital con la localidad de Puente Villarente.
Los últimos días de 2012, en una visita de la ministra de Fomento, Ana Pastor, a León para inaugurar el Acceso Sur, anunció que su departamento estaba estudiando prolongar el trazado de la autovía León-Valladolid cinco kilómetros al sur del río Porma para salvar así los restos de Lancia y no incumplir la Ley de Patrimonio.
Una solución, cuya viabilidad sería confirmada, dijo, en enero tras el análisis de los técnicos y que todavía aguarda respuesta. Fuentes del Ministerio de Fomento, aseguraron ayer a este periódico que de momento no existe ninguna novedad al respecto y que cuando se disponga de una alternativa a los vestigios hallados en el trazado será comunicada.
Esta solución, que según la ministra permitiría continuar las obras de la A-60 en su trazado por la provincia de León, tendría como objetivo evitar en su avance el tramo urbano de Puente Villarente y conseguir fluidez en el tránsito por esta zona, donde coinciden un puente estrecho sobre el río y una travesía prolongada.
Una alternativa que, de momento, no pasará de los planos al terreno, al menos a corto y medio plazo, ante la falta de recursos del Ministerio de Fomento para continuar con las obras de la A-60. Así lo evidencian los Presupuestos Generales del Estado de 2013 en la partida centrada en esta autovía. Únicamente cuenta para este ejercicio con 2,6 millones de euros para el tramo León-Santas Martas, un ritmo que no permitirá concluir estos 27,06 kilómetros hasta 2017, ejercicio donde contará, según las previsiones, con la mayor dotación económica.
Para el inicio y finalización del tramo más extenso de esta autovía ni siquiera hay fechas. Son los 93 kilómetros que distan entre Villanubla y Santas Martas, que sólo tienen para este año dos partidas de 6.000 y 14.000 euros. En el verano abrirá al tráfico el trazado entre el aeropuerto de Valladolid y la capital del Pisuerga.
Coincidiendo con la negativa de la Comisión de Patrimonio Cultural a que las obras de la A-60 taparan los restos hallados en la falda del Yacimiento Lancia, un mes y medio después de esta decisión de la Junta, el Ministerio de Fomento, capitaneado en aquellos momentos por el socialista José Blanco, recurrió el acuerdo presentando un requerimiento.
Consideraba que la determinación de la Junta no se ajustaba a derecho y era «gravemente perjudicial para los intereses del Estado». Argumentaba también el retraso que la decisión supondría para el avance de los trabajos en la autovía y arremetía contra los criterios de Patrimonio, aludiendo también a los sobrecostes para el proyecto.
La desestimación del recurso por parte de la Comisión de Patrimonio y las elecciones generales de noviembre de 2011 cambiaron el signo de las relaciones entre la Junta y el Gobierno en esta autovía.
La nueva ministra de Fomento, Ana Pastor, anunció alternativas para salvar estos restos hallados en el trazado entre Puente Villarente y Santas Martas que aún aguardan su confirmación.
El dictamen marcó la obligación de Fomento de completar el estudio arqueológico presentado en su día. Estima, además, que tienen que finalizarse las excavaciones de los sectores ya iniciados, caracterizar e interpretar con mayor concreción los vestigios y estudio de los materiales; así como la proposición de medidas para su conservación.
 
La doble vara de medir de Valladolid
Dos ejemplos de restos arqueológicos afectados por proyectos de infraestructuras, prácticamente paralelos en el tiempo. Y dos decisiones diferentes. La falta de unanimidad en la Comisión Territorial de Patrimonio ante la decisión de conservar o no los vestigios de la falda de la ciudad de Lancia y el vicus de Puente Castro obligó a una determinación por parte de la Comisión de Patrimonio Cultural desde Valladolid y generó un reguero de críticas ante una y otra opción.
Desde León se consideró que los vestigios de Lancia no contaban con entidad suficiente para su musealización, ya que los restos hallados estaban prácticamente arrasados después de siglos de tareas agrícolas. Estimaron que no se trataba de elementos de relevancia y apuntaron que no podían paralizar una infraestructura de este tipo (A-60)». Dos votos en contra a esta resolución rompieron la unanimidad y dejaron la solución en manos del dictamen de la Comisión de Patrimonio Cultural, que decidió todo lo contrario.
Prohibieron la ocultación de estos restos por su importancia patrimonial y obligaron a Fomento a continuar el estudio arqueológico presentado. Unos vestigios esenciales, dijeron, para visualizar y comprender la antigua ciudad de Lancia.
Caso opuesto a lo que ocurrió un año y medio después con el vicus de Puente Castro. La mayoría, salvo dos miembros que votaron en contra, de la Comisión Territorial de Patrimonio quiso salvar estos restos por su entidad y la potencialidad de los mismos, al encontrarse en las cercanías de León, y tras analizar las cinco catas realizadas sobre sus cerca de 4.000 metros cuadrados. Se hallaron restos de urbanismo y construcciones. Una vez el caso en Valladolid, los miembros de la Comisión determinaron que la utilidad pública que supondría el vial de conexión entre La Lastra y Puente Castro prevaleciera sobre la idea de conservar la totalidad del vicus.
Expertos subrayan, sin embargo, que estos restos cuentan con una mayor importancia que los indultados de Lancia. Estudios de uno y otro signo avalan una y otra decisión.

El motor económico de la ciudad de Lancia

Los 40.000 metros cuadrados de restos arqueológicos hallados en los trabajos de avance de la autovía León-Valladolid corresponden a una zona en la falda del cerro, donde se asientan los vestigios de la que en su momento fue la ciudad más importante de los astures y, posteriormente, un núcleo de poder fundamental de la pax romana.
En este paraje se levantaban centros esenciales del motor económico de Lancia: hornos, granjas y otros edificios de labor. También las labores de exploración arqueológica sacaron a la luz un campamento militar y una mutatio, un edificio de postas del servicio oficial de correos establecido desde la época de Augusto.
Uno de los pocos conservados del extenso Imperio Romano y el único del que se mantienen restos en la Península Ibérica, según evidencia el arqueólogo Jesús Liz tras analizar las fotos aéreas de las labores de investigación arqueológicas realizadas en 2010, también por su experiencia con trabajos en la zona.
Sin embargo, la empresa que realizó la excavación, Strato, concluyó que los vestigios hallados no tenían suficiente entidad para cambiar el trazado de la A-60 y que el estado de conservación de los restos es precario.

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viernes, 3 de mayo de 2013

Humedades en Salamanca


LA HUMEDAD ESTRUCTURAL PUEDE PROVOCAR DAÑOS IRREVERSIBLES EN EL PATIRMONIO MONUMENTAL

Varias construcciones se encuentran amenazadas en la provincia de Salamanca

La humedad estructural puede provocar daños irreversibles en el patrimonio monumental - salamanca24horas

La crisis y el recorte de presupuestos sigue amedrentando la conservación de nuestro Patrimonio. De hecho, en la actualidad existen 461 construcciones declaradas bien de Interés cultural y patrimonial en España que se encuentran amenazadas por la humedad y la falta de mantenimiento. 
 
Entre ellas se encuentran las de Salamanca, como el fortín romano en La Calzada de Béjar con la categoría de castillo; el monasterio de Nuestra Señora de Gracia en San Martín del Castañar; el castillo en La Alberguería de Argañán; el Castillo de Cerralbo; el Convento de Santa Marina la Seca en Sobradillo; la granja agustina de La Flecha en Cabrerizos; la iglesia de San Martín de Tours, la iglesia del Salvador en Rágama o el palacio de Juan de Toledo en Mancera de Abajo. Todas son edificaciones de los siglos XII al XVIII y continúan subsistiendo pero en estado lamentable de deterioro, abandono, de ruina progresiva, con hundimientos, desprendimientos, en peligro de derrumbe y hasta de pérdida total.
 
Junto al resto de Catedrales, monasterios, iglesias, alcazabas, ermitas, basílicas, palacios, castillos, torres, murallas, teatros, museos y otras edificaciones conservadas durante siglos en España, ven cómo el paso del tiempo y la falta de un mantenimiento correcto, las deteriora sin remedio. Y no sólo a éstas, sino a todas las obras de arte, esculturas, pinturas, joyas y demás reliquias albergadas en su interior. Una de las causas más llamativa y dañina para todo este conjunto artístico de construcciones y bienes de grandísimo valor, son los problemas de humedad. Los efectos que ocasionan estética, material y estructuralmente son devastadores y origen de incalculables pérdidas económicas, además de patrimoniales.
 
Los tipos fundamentales de humedad estructural
 
La Capilaridad es el efecto que se produce por la entrada de agua contenida en la tierra a través de los cimientos y que asciende por los materiales porosos de construcción de muros y paredes hasta llegar al interior de cualquiera de las estancias y habitaciones de viviendas y edificios. Esta situación puede provocar que los revestimientos y mamposterías de las construcciones se oxiden, se debiliten,  que las paredes sufran desconchones y descascarilles en la pintura, los yesos, la caída de revestimientos, poner en riesgo la instalación eléctrica o causar putrefacción de suelos y muebles, sobre todo, de madera. Esta humedad estructural es la patología más grave que puede tener una edificación, pues la degradación continua de los materiales de construcción, a la larga puede hacer perder estabilidad, seguridad y solidez a las construcciones hasta en un 50%.
 
Las filtraciones laterales, se producen por el paso lateral de la humedad contenida en la tierra a los muros. Cuando las paredes de los edificios están en contacto directo con el terreno, éste ejerce una gran presión contra ellas y puede provocar que la humedad las atraviese y cause importantes daños en todas las estancias situadas por debajo del nivel del suelo, como los sótanos, los garajes o las bodegas. En este caso, ocurre lo mismo que con la capilaridad, produciéndose un desgaste acelerado de los materiales de construcción y de las juntas, lo que implica un peligro para la estructura del edificio. 
 
Para poder solucionar cualquiera de estos problemas de humedades y evitar así que afecten estructuralmente y a los bienes de su interior, es primordial que sean analizados por profesionales. En este sentido, Arturo Posada, Director de Murprotec en Castilla y León asegura: “Los problemas de humedad estructural necesitan tratamientos específicos y adaptados a cada patología, de no ser así no podrían solventarse con garantía y de forma definitiva. Por eso nosotros buscamos el origen, diagnosticamos el tipo de humedad, sus causas, sus efectos y adecuamos nuestros servicios con los tratamientos y productos necesarios”. 

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